Wendy de peter pan

El Síndrome de Wendy

J.M. Barrie nos gano el corazón con la primera lectura, más tarde Walt Disney, ayudo a que ese pequeño niño empeñado en no crecer, nos ganara el corazón mientras dibujaba en nuestro imaginario un mundo de fantasía llamado Nunca jamás.

Más tarde en psicología usamos ese personaje que tenía miedo a que le roben su sombra para referirnos a esos adultos que se niegan a crecer, el niño perpetuo que lejos de ocupar su lugar cuidando a los niños perdidos decide, continuar por siempre en nunca jamás.

Lo cierto es que desde que el Dr. Kiley describiera nuestro curioso síndrome en los años 80, este ha pasado al dominio popular y es usado sobradamente, todos en algún momento hemos sido acusados de Peter Panismo.

Podríamos hablar largo y tendido de Peter Pan y los motivos que le llevan a querer vivir escondido en su suerte de nunca jamás, pero hoy, nos vamos a centrar en la otra parte de la historia, ya qué, nunca solemos caer en que en Peter Pan existen dos protagonistas, Peter y Wendy.

Y es que si Peter no quería crecer, Wendy se pasa la vida ejerciendo de madre, antepone de manera sistemática los deseos de otras personas a los suyos y siente una necesidad de cuidarlos y protegerlos por encima de sus propias necesidades, y esto ocurre con amigos, en el trabajo y a veces incluso con desconocidos.

El Síndrome de Wendy suele afectar sobre todo a mujeres y llevado al terreno de la pareja, se transforma en una necesidad enfermiza de complacer a su pareja, una suerte de cuidados del otro en el que no importa uno mismo.

Generalmente se produce por el miedo al rechazo y es habitual en personas con baja autoestima o que en su niñez hayan sufrido algún tipo de trauma relacionado con los cuidados.

Wendy no solo asume los cuidados, insiste en realizarlos ella asumiendo que son su responsabilidad, y olvidando, que también cuidarnos a nosotros mismos es nuestra propia responsabilidad.

Como en todos los síndromes, por muy identificados que podamos sentirnos, es importante la evaluación de un profesional, al fin, la psicología es mucho más que un conjunto de frases que puedan describirnos en mayor o menor manera.

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