titan cronos

El Síndrome de Cronos o la soledad de la cima del mundo

Uno de los cuadros que siempre me han llamado la atención cuando visito el museo del prado, es de Francisco de Goya. En él se representa a un hombre de gran tamaño devorando a su hijo, el nombre de este titán mitológico, es Saturno para los romanos, o Cronos para los griegos.

Cronos era el hijo del cielo y la tierra -Urano y Gea-, un titán que acabo siendo el primer gran gobernante al destronar a todos sus hermanos.

Según la mitología griega Cronos se caso con su hermana Rea, aunque lo más curioso de esta historia, se encuentra en su prole. Cronos era conocedor de una profecía que decía que uno de sus hijos conseguiría destronarlo, así que, uno por uno, devoraba a todos los hijos que tenía con Rea.

Rea cansada de que devoraran a sus hijos trazo un plan, se marcho a la isla de Creta para dar a luz a su último hijo, Zeus, pero no lo entrego a Cronos, en su lugar, le dio una piedra envuelta en pañales.

Y así, años más tarde Zeus cumpliría la profecía, destruiría a Cronos mandándolo en mil pedazos a lo más profundo del tártaro, liberando así a sus hermanos.

Ese fue el nacimiento de los dioses olímpicos, que se repartieron el mundo Poseidón el mar, Hades el inframundo y Zeus por encima de todos.

El impresionante cuadro de Goya en el prado, es una imagen perfecta de Cronos, viejo, cansado, sumido en su propia locura tratando de ganar una batalla implacable al tiempo.

El Síndrome de Cronos

El síndrome de Cronos utilizando una analogía con el titán, nos habla de ese miedo patológico que tiene quien lo sufre, al sentir amenazada su posición de poder, evitando promover a sus subalternos por temor a que lo desplacen.

La parte más curiosa de este síndrome es la referente a la expresión emocional, que trata de ser controlada al exceso, con el objetivo de no mostrar debilidad alguna.

El estrés producido por la situación, termina por generar graves perjuicios para quien lo sufre, terminando muy frecuentemente en ataques de ansiedad.

En cualquier caso, las situaciones que tenemos en nuestro trabajo, pueden llegar a afectarnos en nuestra vida personal, iniciando un ciclo audestructivo.

Por eso, es muy recomendable consultar con un psicólogo cuando creas que tienes estos síntomas.

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