el síndrome de ulises

Así es el síndrome de Ulises

Si Stan Lee hubiera nacido en la la Grecia Clásica probablemente se llamaría Homero, y es más que probable que su Spider-Man se llamara Odiseo o Ulises como es más conocido.

Aunque Ulises aparece en la Ilíada su historia es contada en La Odisea y aunque desde que se escribió en el Siglo VIII A.C. han surgido héroes o anti héroes por doquier, lo cierto, es que el viaje de Ulises ha seguido encandilando a propios y extraños, siendo un libro que hoy aún sigue siendo actual.

Le Odisea nos cuenta el viaje de Ulises en su regreso a casa para encontrarse con su mujer Penélope y su hijo Telémaco, inicialmente el viaje en barco no debía demorarse más de un mes, sin embargo, vicisitudes del destino -isla de Calipso incluida- el viaje se alarga nada más y nada menos que diez años.

Concretamente ese viaje o más bien su duración, es el motivo por el que nuestro héroe mitológico tiene su propio síndrome, y es que no se puede tomar a la ligera el impacto psicológico que produce en las personas emigrar a otro país.

Asumiendo que este tipo de decisiones suponen un giro radical en la forma de vida de las personas y fundamentalmente en sus costumbres, normalmente se suele cercenar la red familiar -separados por miles de kilómetros-, está red en los países mediterráneos, es la gran responsable de nuestra particular resiliencia

El impacto por supuesto no es igual en todas las personas, pero en algunos casos suele presentarse un cuadro dominado por la ansiedad y el estrés crónico.

El psiquíatra Joseba Achotegui hace algunos años lo denomino Síndrome de Ulises, buscando una analogía entre las adversidades que el héroe por excelencia de los griegos -con permiso de Hércules y Perseo- había sufrido en su extenuante viaje.

Decía Achotegui que el principal culpable de esta situación es el choque cultural y socioeconómico que se encontraba la familia migrante en el país de destino, además explicaba que el principal síntoma psicológico es la nostalgia y la tristeza.

Entre los físicos destaca la irritabilidad, dolor de cabeza, nerviosismo etc. y planteaba que la mejor manera de afrontar este síntoma, es un suerte del acompañamiento psicológico, con el que dotar de herramientas al paciente para afrontar las situaciones difíciles de la vida, haciendo especial hincapié en ayudar a la integración positiva dentro del país receptor.

El Síndrome de Ulises necesita además que este cuadro perdure al menos durante tres meses, ya que, como dirían los gallegos, hasta cierto punto, la morriña es algo normal.

el síndrome de la cenicienta

¿Los niños dicen siempre la verdad? El Síndrome de Cenicienta

Una de las falsas creencias que más instaladas están en el subconsciente colectivo es la que se refiere al título del post de hoy, los niños descubramos rápido el misterio, sí, mienten.

Lo más curioso de este dato es que no es ningún secreto, cualquier padre puede confirmar esta aseveración, los niños mienten y además suelen hacerlo bastante a menudo.

Por supuesto, la generalización no es buena en ningún caso, cada niño tiene su mundo interior -algo que es fantástico- diferente al resto, y además, existen distintos grados en eso que llamamos mentiras, y en la mayoría de los casos, están carentes de ese punto de «maldad» que en muchas ocasiones le añaden los adultos.

Más allá de lo que podemos catalogar como comportamiento normal llegan las patologías, una de las más curiosas lleva nombre película de animación, hoy os hablamos de el Síndrome de la Cenicienta.

El síndrome de la Cenicienta se relaciona con las falsas acusaciones del menor hacía la pareja de uno de los progenitores, normalmente se refieren a falsos casos de abuso o maltrato.

Aunque algunas veces esas acusaciones pueden ser un indicador de un caso real de maltrato, en gran parte de los casos están directamente relacionadas con sentimientos negativos hacía la nueva pareja del padre o la madre, la madrastra, muchos autores atribuyen este comportamiento con una idealización de la madre biológica.

Ya sea una forma de llamar la atención del progenitor biológico o consecuencia de una rivalidad extrema entre los hermanos, lo cierto es que genera en gran parte de los casos una rotura en la pareja.

la píldora de la felicidad

La píldora de la felicidad

Existe una búsqueda emprendida desde hace mucho tiempo cuya historia es aún más fascinante que la búsqueda de la mismísima fuente de la juventud.

Los científicos -animados por el descubrimiento de la serotonina entre otros- comenzaron una carrera que a día de hoy ha terminado con el descubrimiento de una importante variedad de psicofármacos.

No es este post una critica al uso de los psicofármacos, estos son en muchos casos imprescindibles para el desarrollo del a terapia, en otros son prescindibles y en muchos casos, son usados de manera incorrecta.

Sin embargo, si merece la pena indagar sobre la creencia que ha calado en cierta parte de la sociedad de que la felicidad es una suerte de combinación química. Dicho de otra manera, esperamos que tomando una pastilla todo nuestro mundo, de repente, se vuelva de color de rosa.

Básicamente, porque en el mejor de los casos estamos buscando una droga y no un medicamento, que además, podría ofrecernos una ilusión, no la felicidad en sí.

La búsqueda de la píldora de la felicidad

Es precisamente la búsqueda de esa suerte de atajo el problema en sí, la felicidad no es un concepto medible y estandarizado. Cada uno disponemos de nuestra propia felicidad, algo que además es fantástico.

Por tanto, siempre bajo nuestros estándares, trabajar en nuestra felicidad -y no en lo que significa para los demás- nos permite desarrollarnos como personas y de paso, conseguimos resultados a largo plazo más que un simple momento puntual de felicidad, que además, al estar generado por la química tiene mucho de irreal.

Dicho de otra manera, la felicidad no puede concentrarse en una pastilla, además, plantearse una vida completa y feliz sin fisuras es básicamente una quimera.

Esa es la razón, por la que, siempre en consulta no espero que las personas se encuentren permanentemente felices, para mi, lo importante, es sentirse… bien.

Cambios de humor

Cambios de humor

Hoy vamos a hablar de los cambios de humor, algo que a priori, no tiene porque ser considerado patológico, las situaciones estresantes en general suelen producirnos cambios de humor, debemos estar atentos sin embargo a diversos factores que pueden ser un indicador de patología.

Frecuencia y duración

Estos son dos de los factores más importantes que debemos vigilar si hablamos de variación de nuestro estado anímico. Ante una situación estresante por ejemplo, es perfectamente normal experimentar cambios de humor, sin embargo, si la frecuencia de la misma va más allá de lo razonable o si existen cambios bruscos en un corto espacio de tiempo es importante consultar con un profesional.

Estos cambios bruscos son especialmente importantes, en psicología prestamos especial atención no solo a los estados de ánimo depresivos, los estados de euforia -llamados manía- son de hecho extremadamente importantes a la hora de plantar un diagnostico.

Algunos trastornos relacionados con el estado de ánimo

Antes de nombrar algunos de los trastornos en cuyos síntomas se incluyen trastornos de ánimo, es importante volver al punto de partida de este post, en general y si no existe otro tipo de patología, los cambios de humor que solemos experimentar se engloban dentro de la normalidad -mucho más si cabe si estamos sometidos a situaciones de estrés-.

Quizás la depresión es el trastorno entre cuyos síntomas se incluyen los trastornos de ánimo más conocido, sin embargo, el trastorno bipolar es quizás uno de los más llamativos en él se alternan situaciones depresivas con estados de euforia llamados manía.

También están presentes en el trastorno limite de la personalidad, la esquizofrenia o la ansiedad, por nombrar solo algunos de los más conocidos.

Además es bastante frecuente que estos cambios de humor sean solo un signo de algo más profundo, quizás el mejor indicador para solicitar consejo a un profesional sea algo tan sencillo como que estos cambios han llegado a llamar tu atención, si lo han hecho, es por seguro que se han cumplido los dos requisitos de los que hablamos anteriormente -frecuencia y duración-.

Imagen creada con IA

trastorno por atracones

Hoy hablamos del trastorno por atracones

Los datos que empezamos a poder analizar tras la reciente pandemia COVID 19 respecto a la salud mental nos esta dejando algunos fenómenos importantes que merecen un análisis pausado, uno de ellos es el incremento de los trastornos alimentarios. Ya llevaba algún tiempo con ganas de escribir sobre los trastornos alimentarios, así que hoy he decidido hablar sobre uno de los que a mí personalmente me parecen más interesantes, el trastorno por atracones.

Los síntomas de este trastorno son algo que muchos en algún momento puntual hemos sufrido gracias a ese inevitable momento ansioso, y es que, detrás de este nombre se esconde la ingesta compulsiva de grandes cantidades de alimentos.

El detalle que convierte esta conducta -que seguro en algún momento has vivido- en algo patológico es la frecuencia, es decir, si se repite frecuentemente o al menos con una cierta periodicidad si debería consultarse con un especialista.

Las personas que tienen este trastorno -al menos la mayoría- suelen tener sobrepeso o ser obesas y una particularidad es que mientras se produce la ingesta se suelen sentir impotentes e incapaces de detenerse, sin embargo, también suele producirse en personas con normopeso. Existen además diversos signos tanto conductuales como emocionales producidos por este trastorno, entre ellos:

  • Comer cantidades inusualmente grandes de comida en muy poco tiempo.
  • Sensación de perdida de control de la ingesta
  • Seguir comiendo, incluso cuando estas saciado
  • Comer muy rapidamente durante los episodios del atracón
  • Sentir vergüenza o sentirse disgustado por la cantidad o la forma en que se ha comido.

Además en algunos casos se pueden incluir conductas de puga y son conocidos como factores de riesgo los problemas psicológicos, biológicos o genéticos, también las situaciones estresantes, dicho esto, hasta el momento se desconocen las causas del trastorno por atracones y purgas.

Se recomienda de manera general -siguiendo a la APA- terapia cognitivo-conductual, interpersonal o en algunos casos medicamentos, las terapia en general tienen como objetivo cambiar los patrones tanto de pensamiento como de comportamiento relacionados con las conductas de ingesta de comida, además, se pueden tratar aquellos problemas interpersonales que pueden estar reforzando las conductas de ingesta descontrolada, de hecho, uno de los mayores reforzadores de este trastorno son los problemas emocionales, los medicamentos además pueden ayudar a reducir la sintomatología.

*imagen generada con IA a través de BING.

El síndrome de la cabaña

El síndrome de la cabaña

Hoy os vamos a hablar de un síndrome que se encuentra de rabiosa actividad tras la pandemia que aconteció en 2020.

A día de hoy se están empezando a discernir todas las consecuencias de esos famosos meses encerrados, por ejemplo ha existido un gran aumento de los trastornos alimenticios o de la ansiedad.

Sin embargo hoy os vamos a hablar de una consecuencia, un síndrome que se acuño por primera vez en los años 50 y sobre el cual no existe definición oficial.

Se cree que este termino fue usado por primera vez para describir el comportamiento de los mineros que pasaban largos periodos bajo tierra, sea como fuere, desde entonces viene a ser usado para describir los efectos de carácter psicológico que producen las situaciones de aislamiento prolongado en diversos contextos.

Este síndrome describe concretamente como síntoma central el miedo que aparece en algunas personas tras el fin de un periodo en el que se ha sufrido un cierto alejamiento de la realidad.

Sus sintomatología incluye un sentimiento mezclado de in seguridad, miedo e incluso ansiedad ante la mera idea de abandonar el lugar donde se ha producido el alejamiento o de su misma casa.

Suele ser muy habitual la irritabilidad, tristeza, ansiedad, insomnio o incluso falta de energía.

En consulta solemos recomendar para prevenir estos síntomas mantener pequeñas rutinas diarias siendo muy importante establecer los horarios en los que se van a desarrollar. Durante las situaciones de alejamiento ayuda a prevenir este tipo de síndrome mantener contacto con familiares y amigos, ya sea por teléfono o con otras aplicaciones de mensajería, siendo la video llamada altamente recomendada.

Si ya ha pasado un tiempo prudencial desde que sentiste estos síntomas por primera vez -al menos un par de semanas- lo ideal es buscar ayuda profesional.

Nosotros podemos ayudarte, aquí puedes reservar cita

*imagen creada con IA con BING